Las temperaturas descienden en algunas localidades del país hasta los 62 grados bajo cero
11 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
El hecho de que haga frío en Rusia no debería ser noticia. Ni siquiera que los termómetros registran valores negativos. Se trata de la zona más gélida del hemisferio norte. De hecho, el lugar habitado donde se registran las temperaturas más bajas de la Tierra se llama Oymyakon y se encuentra en la región siberiana de Yakutia.
Sin embargo, esta semana el frío está alcanzando niveles históricos. Las anomalías negativas (por debajo de la media) son de hasta 30 grados. Así, en la localidad siberiana de Dzalinda la mínima descendió ayer hasta los 62 grados bajo cero, la cifra más baja desde 1942. Un ambiente difícilmente soportable para cualquier ser humano y que puede producir congelación en cuestión de minutos. Está previsto que el aire extremadamente gélido que se extiende por todo el país llegue en las próximas horas hasta la frontera con Ucrania. Se espera que las fuertes heladas faciliten el avance de los vehículos. De esta forma, el tiempo vuelve a ser un elemento a tener en cuenta en el conflicto bélico.
Altas presiones siberianas
En el planeta existen dos tipos de anticiclones. El de Azores es termodinámico, semipermanente y forma parte de la circulación general de la atmósfera. Además, hay altas presiones de origen térmico, que se producen como consecuencia de las bajas temperaturas.
Este tipo de anticiclones son habituales en las regiones más frías del mundo, como la Antártida. Su influencia genera un tiempo muy seco y muy gélido. Justo como ocurre en el continente helado. De hecho, si entendemos como desierto un lugar con escasas precipitaciones, la Antártida es el mayor desierto del planeta ya que la cantidad de lluvia anual es de solo 50 litros por metro cuadrado.
En Rusia también es famoso el anticiclón siberiano tanto por su gran extensión como por la elevada presión. Este sistema meteorológico tiende a retroalimentarse, como ahora, permitiendo que el frío sea cada más intenso. Cuando el cielo nocturno está despejado, el calor que emite el planeta se escapa hacia el espacio exterior. Así, cada día amanece más frío que el anterior. Hay que tener en cuenta, además, que allí hay pocas horas de luz. Suele ser también un frío muy seco. De hecho, en una ciudad como Moscú, tan gélida, lejos de lo que se pueda pensar, las nevadas no suelen ser muy copiosas. Basta recordar que en el 2018, se calificó como «nevada del siglo» a un episodio que dejó solo 43 centímetros.
¡Buenos dÃas!
HABEMUS RÃCORDâ¼ï¸ en torno a las 2:30 de la mañana se registraron -34,1°C. Lástima que un poco más tarde se nublara e impidiera que bajara un poco más.
¡Otro dÃa para el recuerdo! Como siempre, me bajo al barro para contároslo. â¬ï¸ pic.twitter.com/RROUHC2XwG— Meteo Rusia (@MZvenigovo) January 10, 2023
Pero actualmente hay un factor adicional que explica los registros históricos. Antes de que el anticiclón térmico actuase llegó aire frío debido a la circulación meridional de la corriente en chorro. La misma configuración que ha estado enviando aire cálido hacia Europa y provocó máximas de récord, también canalizó aire polar hacia Rusia por medio del meandro descendente. De esta manera, cuando las altas presiones térmicas se pusieron en marcha ya había disponible una masa de aire muy frío.